
Domingo Lasso de la Vega nació en la Nueva España fue presbítero del arzobispado de México, bachiller de su Real Universidad, filomatemático y agrimensor. Entre los escritos que llevó a las prensas se mencionan: Astral Concento del Cielo, cuya dulzura se percibe en la Tierra, por la   armonía de sus  Cálculos y Pronósticos y El Reglamento General de las  medidas de las  Aguas que presentamos en esta ocasión 1

A pesar de que el Reglamento que escribió Lasso de la Vega no fue un documento que contara con carácter oficial, se difundió profusamente a lo largo y ancho de Hispanoamérica, se conocen ejemplares  que  llegaron a la Nueva Granada e incluso a Chile. Algunas de las cualidades que contribuyeron a tal difusión fueron que:
-Funcionó como guía  para aclarar un sin número de cuestiones que permanecían en un estado  de completa ambigüedad. Muchos de los conflictos derivados del uso  y repartimiento de las aguas eran causados, simple y sencillamente por no contar con las definiciones precisas de los conceptos hidráulicos, es en ese sentido  que van los primeros artículos del Reglamento. 
-Aborda un punto de importancia toral, se establece  que el Dominio de las aguas en la Nueva España y los otros  virreinatos y capitanías de hispanoamérica es exclusivo del poder Real a diferencia de lo que  acontecía  en la península ibérica donde se reconocían algunos  dominios de particulares adquiridos desde  tiempos  remotos. De manera que  en el papel, todas las mercedes de aguas  en América para que  fueran validas  tendrían que  haber sido otorgadas por el Rey a través de la persona  del Virrey. (cosa  que  en realidad no  sucedió, en algunos casos se respetó incluso  derechos y usos anteriores a la conquista)
- Otro asunto destacable que toca el Reglamento General... es que por primera vez se incorporó el concepto de velocidad en la medición de agua. Las medidas tradicionales correspondían a medidas de área y no de volumen, hecho que provocaba tremendas variaciones en las asignaciones de agua.
En su obra Lasso de la Vega nos explica como realizar un aforo, tarea que necesariamente implicaba considerar la velocidad y nos indica la manera de construir un dispositivo que permitiera regular de manera más  equitativa el flujo del  vital liquido.
 Al mismo tiempo   establecen de manera precisa las siguientes equivalencias entre las medidas que se utilizaban.
1 buey = 48 surcos
1 surco= 3 naranjas= 24 reales= 432 pajas.

Debido a estas características fue que 
El Reglamento... se convirtió en libro de consulta obligada para cualquier persona con la capacidad de erigirse en justicia en cada una de las diferentes poblaciones del reino, por eso no resulta muy extraño que una vez agotados los impresos se realizaran copias manuscritas de tan útil y necesario documento.
En el  último   artículo del  breve reglamento el autor   menciona lo  siguiente:
De todo lo  qual se  infiere la  suma utilidad de este  escrito, el  que  según  su naturaleza, forma un argumento eficaz, de ser todo lo que en el se contiene, un  camino fácil y seguro en justicia  y razón para que se hagan  con exactitud las medidas de las aguas, tanto fuera como dentro de nobilísima ciudad:  no  olvidándome  suplicar rendidamente, se me disimulen los defectos en que  por  omisión, ( que  será inculpable) ignorancia, ú olvido  hubiere incurrido: supuesto que   mi afecto, si  consigue este escrito la propicia  aceptación á  que  se aspira no desmayare en dar entera satisfacción al publico, con los dos reglamentos restantes que  pertenecen a esta  facultad; es a saber : de Tierras y Minas.  Vale & Fruere
                                                      Laus Deo.
Un rasgo muy  novohispano fue, que  a pesar  de  contar   únicamente  con 21f.  Se ocupó  una hoja  completa  para incluir   un soneto  de " Un amigo del  autor en laudatoria de la obra"  en el que  se dan cita  Apolo, Las  Musas, Arquímedes y algunos  otros  personajes para animar a Don Domingo en su labor.
El manuscrito que presento es seguramente  una copia realizada teniendo como modelo, alguno de los ejemplares salidos de la Imprenta Mexicana de Don José de Eguiara y Eguren, algunos detalles me llevan a proponer circa 1790 como la fecha en que se realizó la copia manuscrita.

Mencionamos una  nota   que  no  deja  de ser  curiosa: entre las personas    que dan su parecer y aprobación  destaca  el  filomático...  don Felipe de Zúñiga y Ontiveros quien solo unos  años  después se convertirá en el impresor más importante del hemisferio  occidental   a finales del siglo XVIII.
Se encuentra encuadernado en pergamino  junto con algunos  otros impresos y manuscritos de la  época, en folio, y en el lomo tiene escrito Dctos.  R[ea]les y Pape[les] Varios. Latín y Español, misma  letra en todo el texto del Reglamento... 21 f.
1 Beristaín de Souza, José Mariano. Biblioteca Hispanoamericana Septentrional. México, Ediciones  Fuente  Cultural. 1947, Tomo III p.105