
La calma  con la  que  habitualmente  amanecía la capital del virreinato  de la Nueva España, se vio interrumpida la  mañana  del martes 13 de  octubre de  1801 por el pregón que   anunciaba un espectáculo excepcional,  la presentación del "cerdo erudito inglés". Como parte de la promoción que  se llevó a  cabo para su  difusión,  se publlicó    un grabado  que ilustraba  tan extraordinario  animal, en la parte  posterior   ofrecía la  siguiente  información:
El Excmo. Señor virrey  se  ha servido  conceder  su  superior permiso para manifestar en esta ciudad el FAMOSO CERDO ERUDITO DE LONDRES,  que  se halla en ella, un  animal el más digno  de ver de quantas curiosidades se han traído  a este  Reyno.
De todos los animales  se  creía ser el cochino sin  contradicción el más  torpe e incapaz de  enseñanza , pero el  que  se ofrece  al público convence lo  contrario.
"Escribe  cualquiera nombre, apellido, verso ó lo que le  piden, sea lo que  fuere, por  medio de un  alfabeto que se le tiende en el suelo: forma  con  números las cantidades que  se le  piden en las  cuentas de sumar, restar multiplicar  y partir:  dice el número de personas  que hay en una pieza, expresándolos el número que  hay de Religiosos, Niños, Señores y demás, pone la  hora manifestándole un relox en el ojo: conoce los  colores: responde  a muchas preguntas que se le  hacen, por  medio de unos  Cartones :  y adivina la carta que de una  baraja toma alguno de los concurrentes, trayendo  otra igual á la que  tiene  otra  baraja que  se le  tiende en el suelo, agregandose  algunas  otras habilidades.
Se empezó a manifestarse el día  13 del corriente mes en la  calle del Parque de la Moneda, poniendo un rotulo en el balcón para  que se sepa la  casa, dos  horas por la mañana  y dos por la tarde, siendo estas de las  diez a las doce y de las cuatro a las seis, para que en este  intermedio se  junte la  gente  que  cómodamente puede caber en la  sala,  y llenos los asientos que en ella se ponen se cierra la  puerta  para evitar cualquiera desorden que  pudiera  haber; siendo su paga dos reales cada persona."
Resulta   natural que la impresión  no sea de gran  calidad, sobre  todo si  consideramos que se trata de   papeles  que estaban  pensados para  una  duración  efímera. Con respecto al grabado   se aprecia  que no es la clásica  representación de un  cerdo,  se  nota  que  se  trató de realizar una imagen muy    estilizada con la intención de    proyectar  en el  animal cierta  vivacidad e inteligencia,  y  creo que  hasta  cierto punto  lo consigue el anónimo artista.  Por  otra  parte nos podemos   imaginar la tranquilidad que  imperaba en la  ciudad para  que el virrey Felíx Berenguer de  Marquina  tuviera  tiempo de  encargarse  de  ese  tipo de  asuntos. 
Curioso papel y curioso cerdito.Los tiempos de bonanza dan lugar a la relajación y, como en este caso el virrey, a que los gobernantes se tomen la molestia de preocuparse de cosas que en momentos más complejos ni siquiera habrían observado.
ResponderEliminarSaludos bibliófilos.
¿Sabes si este cerdo tuvo descendencia erudita? ¿Continuaron con la erudición de su padre?
ResponderEliminarMuy bueno el papel y la historia. No me puedo imaginar el espectáculo pero seguro que pagaba los 2 reales!
Lamberto.
ResponderEliminarQue tiempos aquellos, ahora tales ocupaciones gubernamentales provocan una mezcla de risa, ternura y nostalgia.
Saludos bibliófilos.
Galderich.
ResponderEliminarAhora si no pude evitar soltar la carcajada...
En realidad dudo seriamente que fuera un cerdo originario de Londres. Pero bueno, todo se vale en el negocio del espectáculo.
Saludos bibliófilos
Curioso grabado (y muy interesante tu comentario sobre la representación del cerdo) y la historia es bien típica de esta época.
ResponderEliminar¡Hoy no hay cerdos…pero los gobiernos descubren siempre algo para distraer el pueblo de los asuntos más importantes de sus vidas!
Saludos bibliófilos.
Rui.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, como mencionas de seguro este tipo de presentaciones se hacían en todas partes, Es cierto ahora el entretenimiento es más sofisticado, pero en el fondo se trata de lo mismo.
Saludos bibliófilos.
¡Noticia genial!, este tipo de impreso, tan efímero, tan popular y tan real siempre cautiva. Además de su interés histórico está su rareza. ¡A saber las trapalerías que haría el dueño del cerdito ilustrado (que ni más ni menos viene de Londres) para dar respuesta a las preguntas del público inocente. Enhorabuena por la pieza.
ResponderEliminarSaludos bibliófilos.
PS: ¿tienes impresos relativos al virrey Cruilles? Tengo especial interés por él.
Amigo Diego.
ResponderEliminarComo dice Galderich, con gusto se pagarían los 2 reales por asistir a la función.
Tengo algunos bandos reales, voy a revisar a ver si encuentro alguno de tu paisano, Gracias por tus comentarios.
Saludos bibliófilos.
Que cerdito más listo
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