En 1854 un año antes de que diera inicio la larga estadía de José Zorrilla en nuestro país, se realizó la primera edición mexicana de Cantos del Trovador.
El libro formó parte de la Biblioteca Económica Universal Ilustrada, al parecer la decisión de incluir a Zorrilla en la colección se debe a varias razones, la principal fue la gran fama que gozaba, al punto que se le llegó a considerar como el más grande poeta de habla española vivo, otra causa fue que dentro de lo que hoy llamaríamos el "consejo editorial" de la colección, se encontraba el poeta José Joaquín Pesado uno de sus mayores admiradores. Fue de los primeros que mantuvo relaciones cordiales desde su llegada hasta que fuera nombrado director del Teatro Nacional por Maximiliano. Por su parte, Zorrilla siempre se expresó muy bien de Pesado y destacó su labor como formador de las nuevas generaciones de jóvenes poetas.
Un asunto que no puede pasar desapercibido es que Andrés Boix el impresor de la edición mexicana comparte apellido, con el impresor de la edición príncipe española Ignacio Boix (Madrid, 1840-1841) hecho que seguramente va más allá de una simple coincidencia
La edición mexicana, además de los Cantos del Trovador incluyó las siguientes obras:
Desafío de Diablo, Un testigo de bronce, Vigilias del estío, La azucena silvestre, Un cuento de amores, Ira de Dios-Poema bíblico, Corona poética de la Virgen, Composiciones diversas, Recuerdos y Fantasía.
La adición de los distintos trabajos convierte al libro en una especie de antología, que nos permite conocer de mejor manera los distintos aspectos de su producción.
Sobre la vida del escritor y las motivaciones de su obra, se han escrito incontables y doctos trabajos, sin embargo la mejor explicación nos la ofrece el autor en sus propias palabras:
Levantaré mi voz consoladora
sobre las ruinas en que España llora.
¡ Tierra de Amor! ¡Tesoro de memorias,
Grande opulenta y vencedora de un día
Sembrada de recuerdos y de historias
y hollada asaz por la fortuna impía!
Yo cantare a tus olvidadas glorias
Que en alas de la ardiente poesía
No aspiro á más laurel ni á mas hazaña
Que á una sonrisa de mi dulce España.*
A pesar de las críticas a las que se vio expuesto sobre todo a finales del XIX, José Zorrilla es uno de los autores que mantiene plena actualidad, desde que se representó Don Juan Tenorio asociado a las festividades de muertos en la ciudad de México en 1863, se volvió una tradición, hoy en día, por el mes de noviembre se puede ver programada en carteleras la más famosa de sus obras.
Zorrilla, José. Cantos del Trovador. México. Andrés Boix. 1854. 676 pp. 4to. *
Reyes de la Maza, El Teatro en México durante el Segundo Imperio. México, UNAM, 1959.