Hace  algunos  días  anunció el  gobierno de la  ciudad de México una  considerable   reducción  del  flujo de  agua en los  hogares de  los  habitantes de  la ciudad. Disminución que  se  debe  en gran medida a la enorme cantidad de agua  que  se pierde   por  fugas en la  obsoleta red de  distribución, la cual seguirá  sin funcionar  mientras los  gobernantes de la  ciudad  sigan viendo  su cargo como un trampolín hacia la presidencia y se gasten  el presupuesto en obras  que  resultan espectaculares  aunque se traten únicamente  de  elefantes blancos.
Tal noticia me trajo a la memoria el libro del Padre Tembleque, en donde se narra la vida y la titánica obra que empredió fray Francisco durante 17 años, en los que en base de una voluntad inquebrantable construyó un acueducto que resultó digno heredero de los que el Imperio Romano dejó en su tierra. La construcción unió los 45 kilómetros que separan los cristalinos manantiales del cerro Tecajete en Zempoala del sediento y árido pueblo de Otumba.
En uno de los sucesos más curiosos del libro el autor nos cuenta que fray Francisco de Tembleque tenía como mascota a un gato, que además de hacerle compañía le procuraba el sustento, ya que era un diestro cazador que lo abastecía constantemente de conejos, permitiéndole dedicarse de tiempo completo al trabajo.
El Padre Tembleque se publicó por vez primera en 1945 en la editorial JUS y se realizó una segunda edición en 1961 en la misma editorial. A pesar del tiempo, el libro sigue siendo el mejor escritó y documentado sobre el tema.
Que fortuna que el Padre Tembleque no aspiró a un cargo político.
Bibliografía. Valdés, Octaviano. El Padre Tembleque. México. Editorial JUS, 1945
1 Arcos mayores del acueducto de Zempoala.
2 Portada de la 1a Edición
Tal noticia me trajo a la memoria el libro del Padre Tembleque, en donde se narra la vida y la titánica obra que empredió fray Francisco durante 17 años, en los que en base de una voluntad inquebrantable construyó un acueducto que resultó digno heredero de los que el Imperio Romano dejó en su tierra. La construcción unió los 45 kilómetros que separan los cristalinos manantiales del cerro Tecajete en Zempoala del sediento y árido pueblo de Otumba.
En uno de los sucesos más curiosos del libro el autor nos cuenta que fray Francisco de Tembleque tenía como mascota a un gato, que además de hacerle compañía le procuraba el sustento, ya que era un diestro cazador que lo abastecía constantemente de conejos, permitiéndole dedicarse de tiempo completo al trabajo.
El Padre Tembleque se publicó por vez primera en 1945 en la editorial JUS y se realizó una segunda edición en 1961 en la misma editorial. A pesar del tiempo, el libro sigue siendo el mejor escritó y documentado sobre el tema.
Que fortuna que el Padre Tembleque no aspiró a un cargo político.
Bibliografía. Valdés, Octaviano. El Padre Tembleque. México. Editorial JUS, 1945
1 Arcos mayores del acueducto de Zempoala.
2 Portada de la 1a Edición


Muy buena tu descripción del libro. Es una joya!!!!
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