Cuando se piensa en libros   mexicanos impresos en una lengua  diferente al español, de inmediato  suponemos  que  se tratan de  libros  en alguna de las muchas   lenguas indígenas  que enriquecen   nuestro país, de no ser así,  el inglés o el francés serían nuestras  siguientes respuestas. Tal razonamiento  no variaría, a menos  que  nos  dijeran que se trata de  libros impresos en los 40s y 50s del  siglo  pasado,  entonces las  posibilidades se amplían de manera asombrosa.
Hoy  quiero compartir dos libros  que  son producto  y testimonio de ese momento  histórico.
El primero es: Jocs Florals de la LLengua Catalana.
Es un libro en el  que  se recuperan las memorias de los  Juegos Florales celebrados en la ciudad de México en 1957. El prefacio es un recorrido  histórico desde el  inicio de los juegos  hasta  su actualidad, cumple sobradamente  con  la  finalidad de introducir a los legos en el significado e importancia de los Juegos, además tiene la particularidad de  estar escrito en catalán, español, inglés y francés
 
 
Un dato   que   me parece muy  significativo es que para los  organizadores,  la pertenencia  a la comunidad catalana no  se da en función del lugar  de nacimiento, se adquiere en función al idioma que las  personas utilizan. De tal manera, el que  habla  Catalán es Catalán. Otro hecho aporta el libro, en ese sentido  y es que en lugar de mencionar el origen de los participantes  se habla de  residentes. Así las  cosas, en la lista de  los trabajos premiados, a los  escritores se les denomina como  residentes de México, Barcelona, Caracas, Cerdeña, Mallorca, Tarrragona, Washington  Valencia  entre otras ciudades, logrando  con tan  inteligente medida, otorgarle una  dimensión universal al evento.
 
 
Se  dice  un poco en broma, un poco  en serio,  que cada  catalán que  emigró  en esos  días a México fundó su propia  revista, comentario que  nos   da una idea  de la  cantidad de  publicaciones en Catalán que salieron de las  prensas mexicanas.  Sin embargo muy contadas tenían como destinatario al público nacional,  incluso   no pocas, colocaron a  Barcelona como  ciudad de origen  en el  pie  de imprenta, ya que la totalidad del tiraje estaba destinado  hacia  Europa, dada la naturaleza tan especializada de las publicaciones, muy pocos  ejemplares permanecieron en México.
 
 
A lo largo  del libro  es posible percibir  como se funden la esperanza y la incertidumbre, la  nostalgia y la  satisfacción del deber cumplido. Sentimientos encontrados  que logra  condensar muy  bien Nicolau D' Olwer   al final del prefacio  con la  siguiente  sentencia:
"Algún día los Juegos Florales regresarán a Barcelona"
Sobre el tema se ha escrito  mucho  por verdaderos  conocedores,  yo únicamente me limito a presentar un libro  que me  encontré  (mejor dicho me encontró) hace  unos  quince años en un puesto rodeado  de  viejas revistas en el oriente de la  ciudad de México.
Existe una edición digital del libro en la biblioteca  virtual Cervantes, junto  con un  sobresaliente estudio dedicado al singular evento: Ferríz ,Teresa. La  Edición Catalana en México. 
 
 
El otro libro que acompaña   la nota  es el que lleva por título: Sol  en los Pomares (Poemas de Asturias).
En contraste  con la abundante edición  catalana en México, de los libros mexicanos en bable o  asturiano se pueden contar con los dedos de  una mano.  
 
 
La  nostalgia como razón  inicial de libro, produjo los versos,  que    algunos  conocedores han calificado  como las mejores  composiciones en bable de  su tiempo,  el autor tuvo  el acierto de ilustrar el libro  con grabados de Germán Horacio  que  aunque, de una  sencillez extrema en  sus trazos,  proporcionan el ambiente  adecuado para  cada una de las  creaciones. El 20 de  agosto de  1948 se terminó de imprimir  el último de los  1500 ejemplares que elaboró  la Editorial Malvis.
Sol  en los  Pomares  llegó a  mí, como  muchos  otros libros,  gracias  a la  generosidad de  un  amigo, por desgracia tiene algunas  marcas del descuido y abandono  que sufrió por años.
Se realizó una nueva edición  en España.
 
 
José  Vasconcelos   quien se encargó de  escribir el prólogo  de  la  obra, lo  finaliza con la siguiente reflexión:
"El autor allá  por los 930, era  un joven librero culto que  conversaba  con los raros  mexicanos  que  pasaban por  Gijón, inquiriendo  con el  interés de la simpatía,  curioso de todos  los  asuntos del mundo. Lejos  estaba entonces de imaginar,  que  un  día  tendría  en México  patria y hogar. Pero hay  algo que ya  sabía, y ahora  confirma;  y es que  hoy como ayer, donde está  nuestro idioma está nuestra patria. Por sobre  todas las  nacionalidades,  flota la imagen  de una patria de la cultura que es propiedad  común de los  que  hablamos el  Castilla y sus  variantes" . 
Bibliografía.
Jocs Florals de la Llengua Catalana . Méxic. Patronat  dels  Jocs Florals. México. Editorial Fournier. 1958. 143 pp.
Conde, Matías. Sol en los Pomares. México. Editorial  Malvis. 1948.  195 pp.
Marco Fabrizio,
ResponderEliminarMuy buenos ejemplares de la literatura de exilio. Como bien dices México acogió a muchos exiliados catalanes y fue en México donde mejor se organizaron y publicaron. Mucha y de la mejor literatura catalana de postguerra se encuentra publicada en México donde la censura no existía. Una inocente publicación como esta de los Jocs Florals estaba prohibida en España.
En fin, me has recordado a mis tios-abuelos que murieron en Córdoba (Veracruz) que continuaban hablando como si nada en catalán pero a la que hablaban en castellano salía el deje mexicano tan característico.
Una buena entrada de la que sólo discrepo del título. No són publicaciones atípicamente mexicanas, sinó totalmente mexicana porque se encontraron cómo en casa a pesar de la nostalgia y las ganas de volver que se vieron frustradas.
Algún dia publicaré en el blog algún libro editado en México o Buenos Aires (otro centro muy activo) en catalán.
Una abraçada,
Galderich.
ResponderEliminarHace unos días revisando el ejemplar de los Jocs Florals, entre los patocinadors leí un apellido que me resulto muy conocido y recordé, gracias a anteriores platicas, a tus tíos abuelos.
Todavía es difícil valorar todas las aportaciones de los exiliados, pero la industria del libro mexicana, no se puede explicar sin ellos.
Saludos y un abrazo
P.d. Que te parece?
"Dos libros orgullosamente mexicanos"
Muy buena postada.
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