Hoy  concluyó   la    Feria  del libro de Ocasión en  su XXVI  edición.  Como ya  viene  siendo costumbre  el   Casino  Metropolitano  ubicado en la  calle  de  Tacuba  No 15 del  centro  histórico, fue la sede del evento. Durante la  presente ocasión  se ha  visto como la  Feria  con el  transcurso del  tiempo   ha ido  creciendo en  cuanto  a importancia,   se  está  transformando rápidamente de ser un  evento de  la ciudad  de México a  un acontecimiento nacional.   Con gusto  hemos notado  como  se suman libreros  provenientes  de  otras  ciudades de la  nación. Los    primeros fueron   los  de Guadalajara  y  ahora  este  año  se unió un librero  proveniente  de  Aguascalientes.  Su  presencia  le  ofrece  a los  visitantes  la  oportunidad   de  encontrar  ejemplares  impresos  en otras  ciudades  y  por lo  mismo  nada  fáciles de adquirir. Otra  gran  noticia  es  que  por  segundo año La  Coalición  de Libreros  editó un  documento  fundamental para  la  historia  del libro  El primer  año  fue el Contrato entre Juan  Cromberger y Juan Pablos   y  ahora  nos  sorprendieron  con el  Catalogus Librorum de  Diego Cranze.
La cantidad y calidad de los ejemplares que fueron ofrecidos también ha ido en aumento, vale la pena destacar la gran difusión que se le dio al evento radio, televisión, periódicos y revistas hicieron eco del encuentro de libreros, incluso se pudo observar publicidad en lugares poco acostumbrados como en algunas estaciones de STC Metro. Las acciones anteriores han generado un aumento considerable en el número de los visitantes a la Feria, lo que asegura un larga vida a lo que es, sin duda, la fiesta de la bibliofilia en nuestra ciudad.
Por mi parte deseo agradecer a los organizadores por la invitación que me hicieron para participar nuevamente en el evento. Fue una gran oportunidad de dar a conocer un poco del mundo de los bibliófilos bloggueros. Tuve el enorme placer de platicar sobre Lamberto Palmar, el pionero del grupo, de Galderich y la enorme labor cultural que desarrolla, de Diego Mallén de su exquisita prosa y su no menos exquisita biblioteca, de Urzay y sus correctísimos artículos, sobre Bach El Bibliófilo Incorrecto, de sus deliciosas entradas que tanto se extrañan, por supuesto de Rui y su Tertulia Bibliofila, que nos mantiene enterados de lo que sucede en Portugal, de Bibliotranstornado de su contagioso entusiasmo y sus novelescos hallazgos, de las aportaciones del Philiobiblion para el Catálogo de Marcas de fuego, de la importancia de las Marcas Tipográficas, y algunas otras cosas, que el siempre escaso tiempo pudo permitir. Los asistentes disfrutaron mucho de las anécdotas que han surgido a través de los años en la comunidad bibliófila blogguera y yo me sentí muy honrado y agradecido con ustedes por formar parte de ella.
La cantidad y calidad de los ejemplares que fueron ofrecidos también ha ido en aumento, vale la pena destacar la gran difusión que se le dio al evento radio, televisión, periódicos y revistas hicieron eco del encuentro de libreros, incluso se pudo observar publicidad en lugares poco acostumbrados como en algunas estaciones de STC Metro. Las acciones anteriores han generado un aumento considerable en el número de los visitantes a la Feria, lo que asegura un larga vida a lo que es, sin duda, la fiesta de la bibliofilia en nuestra ciudad.
Por mi parte deseo agradecer a los organizadores por la invitación que me hicieron para participar nuevamente en el evento. Fue una gran oportunidad de dar a conocer un poco del mundo de los bibliófilos bloggueros. Tuve el enorme placer de platicar sobre Lamberto Palmar, el pionero del grupo, de Galderich y la enorme labor cultural que desarrolla, de Diego Mallén de su exquisita prosa y su no menos exquisita biblioteca, de Urzay y sus correctísimos artículos, sobre Bach El Bibliófilo Incorrecto, de sus deliciosas entradas que tanto se extrañan, por supuesto de Rui y su Tertulia Bibliofila, que nos mantiene enterados de lo que sucede en Portugal, de Bibliotranstornado de su contagioso entusiasmo y sus novelescos hallazgos, de las aportaciones del Philiobiblion para el Catálogo de Marcas de fuego, de la importancia de las Marcas Tipográficas, y algunas otras cosas, que el siempre escaso tiempo pudo permitir. Los asistentes disfrutaron mucho de las anécdotas que han surgido a través de los años en la comunidad bibliófila blogguera y yo me sentí muy honrado y agradecido con ustedes por formar parte de ella.

Me alegro que la bibliofilia esté en alza en México. Una buena noticia.
ResponderEliminarPor otra parte, con tu repaso a la bibliofilia bloggera me ha entrado una cierta nostalgia por la falta de compañeros y su continuidad. En fin, esperemos que se añadan otras perspectivas bibliófilas porque tienes razón en remarcar los diferentes puntos de vista de cada blog.
Galderich.
ResponderEliminarAl parecer las cosas para la bibliofilia van por buen camino.
Hace aproximadamente un año a un estudioso de redes sociales, le interesó mucho el fenómeno de la bibliofilia blogguera, y de ahí nació la idea de hacer una pequeña mención. Con respecto a la continuidad me declaro culpable, esperemos que vengan ánimos renovados para los bibliófilos bloggueros y se le de continuidad a la tertulia virtual
Saludos
Marco Fabrizio:
ResponderEliminarHa sido un placer convivir en el recinto donde bibliofilios y libreros son un mismo ente la diferencia es que unos venden y otros compran, así compartimos con los más veteranos, experimentados y sus diferentes caracteres al fin todos son emocionales cuando ven una primera edición o una rareza sobre un tema en particular.
Una fiesta donde los confites son las páginas amarillentas, las imprentas, los frontis,los grabados, las marcas de fuego, viñetas, ediciones, dedicatorias, ex libris...Fue un placer.
Saludos
Estimado Cesar.
ResponderEliminarTienes mucha razón, libreros y bibliófilos somos especies simbióticas, cuando les va bien a unos a los otros también. El presente año, me gustó mucho la feria particularmente se percibió muy buen ambiente.
El placer fue mio te mando un fuerte abrazo.