domingo, 7 de junio de 2009

De cómo se imprimió el bando de expulsión de los jesuitas.

En la noche del 23 de junio de 1767 Carlos Francisco de Croix virrey de la Nueva España recibió la orden real firmada por Carlos III, girada por el conde de Aranda donde se decretaba la inmediata expulsión de los miembros de la Compañía de Jesús.
Conociendo lo arraigada que estaba la Compañía y las estrechas relaciones entre los jesuitas y los criollos, el virrey trató de tomar algunas precauciones.

El 24 de junio el virrey, después de extendida minuta , llamó al Real Palacio al impresor don José Bernardo de Hogal y llevándolo al balcón, le dijo:
" Este bando se imprime ahora mismo en la casa de usted bajo el concepto de que si se divulga su contenido antes de su publicación el día de mañana, lo mando ahorcar en este mismo balcón" 1 palabras que obligaron al impresor a formar él mismo la planta, imprimir los ejemplares, deshacer la forma y entregar personalmente los ejemplares impresos al virrey en la hora acordada.

Colegio jesuita de Tepotzotlán.

No resultó efectivo tanto sigilo, la expulsión de la Compañía provocó una honda herida en la sociedad novohispana, 678 miembros de los cuales 500 eran criollos fueron enviados a los estados Pontificios de Italia. Por primera vez se escuchó gritar a multitudes enardecidas. ¡Muera el Rey¡
José Bernardo de Hogal vivió para contar la anécdota y seguir trabajando con sus prensas.
Bibliografía.
1 Iguníniz, Juan B. Disquisiciones Bibliográfficas. México. UNAM. 1987.

8 comentarios:

  1. La disposición en los estatutos de los Jesuitas de que primero era la autoridad papal que el propio rey o gobernador terrenal de cada territorio llevó a recelar a todo el mundo y de esto se aprovecharon sus enemigos.
    Magnífica relación de cómo se hizo público y cómo es simbólica esta anécdota de los recelos y dudas del mismo poder ante una decisión polémica.

    ResponderEliminar
  2. Galderich.
    Muchas gracias por tus comentarios y aportaciones.
    Completamente de acuerdo contigo.
    Especialmente aqui fueron muy habiles para evadir la jurisdicción de obispos y reyes. Los ecos del pleito entre el obispo Juan de Palafox y la Compañia no se han terminado de extinguir.
    Entre las cosas rescatables de la expulsión. se encuentran las montañas de escritos realizados en el exilio, los cuales son parte de la más rica literatura mexicana escrita en latín.

    ResponderEliminar
  3. El monopolio de la eduación en los dominios del Imperio Español, el control de los Jesuitas de gran parte de los indios y las reformas Borbónicas del Despotismo Ilustrado que restaron poder a los dominios ultramarinos para convertirlos en colonias al estilo francés, aunado a las revueltas en la península que dieron pretexto para expulsarlos del Imperio, lo cual enciende la mecha de las guerras de independencia en América...

    ResponderEliminar
  4. Enrique.
    Gracias por tu visita y los atinados comentarios que haces, los cuales vienen a enriquecen la entrada.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. hola busco el texto integro del bando que decreta la expulsion de los jesuitas de la nueva españa

    ResponderEliminar
  6. Estimasdo el.
    El bando de expulsión fue el mismo para todo los territorio de la Corona Española Saludos

    Habiéndome conformado con el parecer de los de mi Consejo Real en el Extraordinario, que se celebra con motivo de las ocurrencias pasadas, en consulta de veinte y nueve de Enero próximo; y de lo que sobre ella me han expuesto personas del más elevado carácter: estimulado de gravísimas causas, relativas a la obligación en que me hallo constituido de mantener en subordinación, tranquilidad, y justicia mis Pueblos, y otras urgentes, justas, y necesarias, que reservo en mi Real ánimo: usando de la suprema autoridad económica, que el Todo Poderoso ha depositado en mis manos para la protección de mis Vasallos, y respeto de mi Corona: he venido en mandar se estrañen de todos mis Dominios de España, e Indias, Islas Filipinas, y demás adyacentes, a los Religiosos de la Compañía, así Sacerdotes, como Coadjutores o legos, que hayan hecho la primera Profesión, y a los Novicios, que quisieren seguirles; y que se ocupen todas las temporalidades de la Compañía en mis Dominios.

    Y para su ejecución uniforme en todos ellos, os doy plena y privativa autoridad; y para que forméis las instrucciones y órdenes necesarias, según lo tenéis entendido, y estimareis para el más efectivo, pronto, y tranquilo cumplimiento.

    Y quiero, que no sólo las Justicias y Tribunales Superiores de estos Reynos executen puntualmente vuestros mandatos; sino que lo mismo se entienda con los que dirigiereis a los Virreyes, Presidentes, Audiencias, Gobernadores, Corregidores, Alcaldes Mayores, y otras qualesquiera Justicias de aquellos Reynos y Provincias; y que en virtud de sus respectivos Requerimientos, qualesquiera tropas, milicias, o paisanaje, den el auxilio necesario, sin retardo ni tergiversación alguna, so pena de caer el que fuere omiso en mi Real indignación.

    Y encargo a los Padres Provinciales, Prepósitos, Rectores, y demás superiores de la Compañía de Jesús se conformen de su parte a lo que se les prevenga, puntualmente, y se les tratará en la ejecución con la mayor decencia, atención, humanidad y asistencia: de modo que en todo se proceda conforme a mis soberanas intenciones.

    Tendréislo entendido para su exacto cumplimiento, como lo fío y espero de vuestro zelo, actividad, y amor a mi Real servicio; y daréis para ello las Órdenes, e Instrucciones necesarias, acompañando exemplares de este mi Real Decreto, a los quales, estando firmados de Vos, se les dará la misma fe, y crédito que al original.

    Rubricado de la Real Mano.

    En el Pardo a veinte y siete de Febrero de mil setecientos sesenta y siete.

    Al Conde de Aranda, Presidente del Consejo.

    ResponderEliminar
  7. María Luisa Rodríguez-Sala13 de septiembre de 2014, 17:07

    Marco Fabrizio Ramíez,
    Sólo para comentarle que de San Blas salió una goleta al mando del Capitán Francisco Xavier Estorgo y Gallegos quien llevaba a Manila los "Pliegos Reales" para la expulsión de los jesuitas de las Islas Filipinas. Salieron en diciembre de 1767 para llegar a Manila el 17 de mayo del año siguiente. La goleta fue "La Sinaloa" construida en los astilleros de San Blas. Le saludo
    Dra. María Luisa Rodríguez-Sala, UNAM

    ResponderEliminar
  8. María Luisa Rodríguez-Sala13 de septiembre de 2014, 17:08

    Marco Fabrizio Ramíez,
    Sólo para comentarle que de San Blas salió una goleta al mando del Capitán Francisco Xavier Estorgo y Gallegos quien llevaba a Manila los "Pliegos Reales" para la expulsión de los jesuitas de las Islas Filipinas. Salieron en diciembre de 1767 para llegar a Manila el 17 de mayo del año siguiente. La goleta fue "La Sinaloa" construida en los astilleros de San Blas. Le saludo
    Dra. María Luisa Rodríguez-Sala, UNAM

    ResponderEliminar