En el siempre interesante blog de nuestro amigo Diego Mallén nos enterábamos de algunos detalles sobre la edición del Quijote realizada por Gabriel Sancha en 1797. Tal información nos recordó haber visto los anuncios que aparecieron en la Gazeta de México ofreciendo dos ediciones del inmortal libro. Sospechando pudieran tener algún interés, nos atrevemos a reproducirlos.
El primer aviso se publicó en la Gazeta del miércoles 22 de septiembre de 1784 en la parte correspondiente a "Encargos"
Las Personas de gusto que quisieran algún exemplar de la Historia del Ingenioso Hidalgo D. Quixote de la Mancha de la famosa edición llamada del Principe, con quatro tomos en folio, con bella pasta dorada y láminas finas, Ocurran por medio de sus correspondientes á D. Pedro Bon y Miranda, vecino y del Comercio de la Ciudad de Veracruz, quien usará en los precios de toda la equidad posible. La misma diligencia practicaran los que desearen algun exemplar del Diccionario de la Lengua Castellana reducido últimamente a un tomo en folio por la Real Academia Española.
La información ofrecida en el anuncio nos inclina a suponer que se trata de la edición de 1780 de Ibarra.
El denominarla edición del Príncipe apunta fuertemente en ese sentido, además que el formato y el número de tomos coincide y nos permite descartar algunas otras ediciones contemporáneas, como la del mismo Ibarra de 1782 la cual se realizó en 8º y la de Manuel Martín que consta de 4 tomos 8º.
Otro dato interesante, es el hecho de ocultar el precio, y la promesa de "usar toda equidad posible" tal situación nos confirma que se trata de un libro que excede el costo acostumbrado. De acuerdo a los registros localizados Pedro Bon y Miranda no se dedicaba de ordinario al comercio de libros lo que nos habla de la excepcionalidad del artículo. Por último, el otro libro que acompaña el anuncio Diccionario de la Lengua Castellana reducido últimamente a un tomo en folio por la Real Academia Española es inequívocamente obra impresa por Ibarra en 1783.
El segundo aviso localizado, corresponde a la Gazeta del miércoles 13 de junio de 1796. En él se ofrece al lector la posibilidad de suscribirse con un año de anticipación a la edición realizada por Sancha en 1797. No hace falta mencionar que jamás se ofreció ninguno de los ejemplares en vitela que menciona nuestro amigo. Situación que no causó mayor problema a los pacientes suscriptores que después de esperar por lo menos un año, pudieron tener finalmente en sus manos el deseado libro.
D. Juan Antonio Pellicer Bibliotecario de S. M. ha emprendido una nueva impresión del Quijote, à que precede la vida de Cervantes corregida y anotada notablemente , y un Discurso preliminar en que se treata de las ediciones primeras ù originales de la Obra, y de la legitimidad de su texto: adornarán esta edición 36 Estampas, cuyos asuntos en las mas son generalmente nuevos, gravadas parte en Madrid, y parte en París, y observando en ellas la mayor propiedad en orden á sus trages. La edición se queda haciendo en Madrid por Don Gabriel de Sancha en 5 tomos de á octavo, y el precio á que se deben suscribir en México son 12 pesos por los exemplares de papel de marca, y 10 por los de marquilla , unos y otros empastados, los que deberán adelantarse en la Librería de la oficina donde esta se imprime, en la que se franquerará el Prospecto de dicha Obra a las Personas que quieran instruirse mas por menor de los particulares de ella.
El Quijote se vio en la necesidad de cruzar el atlántico durante casi dos siglos para llegar a los lectores mexicanos, hasta 1833 año en que se imprimieron los cinco tomos de la primera edición hispanoaméricana, en la calle de la Cadena número 2 taller de Mariano Arévalo en la Ciudad de México. De los ejemplares de la primera edición que arribaron en la llamada "flota cervantina", hasta los de la edición de Sancha, muy pocos, por desgracia permanecieron en el país.
Querido amigo Marco Fabrizio:
ResponderEliminarMuchas gracias por la cariñosa referencia a Diego Mallén.
Y noticia interesantísima las referencias de la Gazeta a las dos ediciones del Quijote. Sin duda alguna la edición “del Príncipe” es la que indicas de 1780 de Ibarra preparada por la Real Academia: 4 tomos folio, láminas lo acredita.
La referencia de la edición de Pellicer de Sancha, aunque no menciona los ejemplares en vitela, da una información importante: que hubo dos tiradas, una en 8º y otra en gran papel en 8º marquilla. De esta última edición, como indica Palau, se tiraron 250 ejemplares (realmente hermosos, marginosos, en papel extraordinario…).
En mi modesta opinión ambas ediciones (Ibarra, 1780 y Sancha, 1797) son, sin disputa, las dos mejores ediciones del Quijote impresas en España en el XVIII, ambas joyas codiciadas por los bibliófilos.
¡¡Saludos bibliófilos!!
Marco Fabrizio,
ResponderEliminarUn gustazo este complemento de la otra parte del charco sobre estos Quijotes.
Sorprende la noticia que no se editó el Quijote en América hasta el 1833 cuando había ediciones con sus traducciones en otras partes. Buen dato a tener en cuenta.
Qué oportuna entrada, Marco, los dos anuncios son tremendamente evocadores, impagable ese "usará en los precios de toda la equidad posible". El comercio era otra cosa entonces. Y ya que Diego también lo ha comentado respecto a la edición de 1797, me gustaría aprovechar para preguntar una duda técnica que siempre me confunde un poco. Yo aprendí en su día que el pliego normal de papel de tina, el papel de marca, ronda habitualmente en nuestra tradición hispánica los 32 x 44 cms., y doblado una vez da el folio, dos el cuarto, tres el octavo, etc. El papel que duplica ese tamaño es el de doble marca o marca mayor. Y el papel que está entre uno y otro, que alguna vez he visto citado como de 38,5 x 55, se suele llamar marquilla, tiene mayor grosor del habitual, y doblado da como es lógico formatos mayores de lo habitual: con un doblez se obtiene el folio marquilla, etc. Sin embargo veo aquí que el ejemplar en papel de marca costaba 12 pesos, y el de papel marquilla menos, sólo 10. A ver si alguno de tus lectores, más ducho en estos temas que yo, me resuelve la ignorancia. Saludos bibliófilos.
ResponderEliminarAmigo Urzay, no me di cuenta de que el marca tiene mayor precio que el marquilla. No tengo respuesta para ello a no ser que entonces se utilizase el término “marquilla” al contrario que en el XIX y XX. La edición limitada de 250 ejemplares en 8º marquilla, tenía precio superior a la 8º normal, sin duda alguna. No hay más que comparar un ejemplar de una tirada con el de la otra y la diferencia es enorme. Parecen dos obras diferentes, incluso en el grosor de cada volumen.
ResponderEliminarNo tengo respuesta para tu reflexión.
Saludos!!
Diego.
ResponderEliminarGracias por la confirmación del dato de la edición de Ibarra.
Sería muy interesante conocer cuántos de esos 250 ejemplares que menciona Palau llegaron a México.
Saludos bibliófilos
Galderich.
ResponderEliminarRealmente es una fecha muy tardía, tratándose de un libro tan solicitado. Creo que obedece únicamente a cuestiones comerciales, la prohibición de relativas a los libros de caballería fueron letra muerta desde el XVII. Aunque podrían existir otros motivos.
Saludos.
Urzay.
ResponderEliminarLa manera de establecer el formato de los libros que mencionas, efectivamente fue compartida.
Desconociendo los datos que menciona Diego sobre las dos ediciones. Al principio me imaginé que designaban "marca"" refiriéndose a "marca mayor" pero veo que estaba equivocado.
Probablemente se trata de un cambio en el uso de términos como menciona Diego.
Me sumo a tu petición
¡Excelente anotación!
Saludos bibliófilos.