Hace unos días la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes dio a conocer la creación de un portal dedicado a la novela gótica en español. Los editores establecieron como objetivo dar mayor difusión a un subgénero complejo y rescatar para el gran público sus novelas más representativas. Entre los títulos que forman el catálogo incluyeron La Familia de Vieland ó los Prodigios. Al parecer se trató de una obra muy popular en su tiempo. La información bibliográfica consultada sobre la misma menciona además de la edición príncipe francesa de 1809, cuatro ediciones en español, la de Valencia, en la imprenta de Estévan 1818, Valencia Gimeno 1826, y las de 1830 y 1839 también valencianas en la imprenta de Cabrerizo.
Adquirí hace algunos años un ejemplar de la obra, que no corresponde a ninguna de las ediciones anteriores. En el primer tomo el pie de imprenta menciona como sitio de origen a México a Miguel González como impresor y la fecha de 1833, el segundo tomo de la obra mantiene el lugar de impresión, la fecha, pero ahora el impresor es Juan Ojeda, situación que me pareció un poco extraña; aunque no es raro que un impresor concluya la obra que otro comenzó. Sin embargo hay otros detalles que llaman la atención en ninguno de los tomos se ofrece la dirección de las imprentas, omisión que causa admiración sobre todo que en impresos contemporáneos como La recopilación de leyes, bandos reglamentos... de 1834, Juan Ojeda designa como dirección de su establecimiento Puente del Palacio y Flamencos No 1, información que mantiene constante y sólo modifica años después, cuando trasladó el taller a la calle de Escalerillas, número 2 .En el caso de de Miguel González , revisando uno de sus trabajos La Florinda de Ángel Saavedra de 1838 avisa que su establecimiento se encuentra en la segunda calle de Mesones número 20, por trabajos posteriores sabemos que se trasladó a la calle Real número 3. Es inexplicable que un dato que forma parte integral del pie de imprenta de cualquier libro, como la dirección del taller no fuera incluido.
El otro detalle que llama la atención es que las ilustraciones dibujadas por J. Piquer, y grabadas por T. Rocafort de la edición valenciana de 1818 son distintas a las que se utilizaron en 1833 aunque al parecer las primeras sirvieron de modelo, el grabado de la edición de 1833 no ofrece información alguna sobre el artista. Buscando algún norte sobre el asunto, consultamos el catálogo de la B.N.M. en el cual se encuentra registrado un ejemplar impreso en México, en el sitio que corresponde a la fecha está escrito 18?? aproximación que no nos sirvió de mucho. Adicionalmente en el título encontramos otra característica que distingue a las ediciones, en las cuatro españolas se escribió "Prodijios" y en la mexicana "Prodigios"
.
Tales circunstancias nos hacen aventurar varias explicaciones sobre el origen del libro. Podría tratarse de un ejemplar impreso en España con pie de imprenta falso, introducido al país, como casi todo lo que ingresaba en 1833, de contrabando. Otra posibilidad es que sea una edición mexicana hecha en otra imprenta y con pie falso para no pagar ningún tipo de derechos, y por último no podemos descartar que en efecto, los datos sean verídicos y corresponda a las imprentas de Juan Ojeda y de Miguel González.
La Familia de Vieland o Los Prodigios/ Puesta al español por Luis Monfort 4 v. láminas Ojeda/González . México, 1833
Marco Fabrizio,
ResponderEliminarBuenos ejemplares con unas ilustraciones muy bellas a pesar de su tendencia naïf...
I sobre pies de imprenta... me inclino a pensar que no pusieron la dirección por olvido. Me extrañaría un tráfico de novela gòtica clandestina... seria muy interesante.
Estimado Galderich.
ResponderEliminarEl olvido de la dirección es el escenario más probable, aunque como bien mencionas el menos interesante...
No he podido consultar el Palau, seguramente ahí se encuentra la respuesta
Saludos.
Muy interesante tema a tratar, y sí, es algo bastante raro el hecho de que no aparezca la dirección de la imprenta en una obra del siglo XIX cuando era cosa común y de práctica legal en esos tiempos. Aunque tomando en cuenta de que las primeras ediciones en español son hispanas, y por la fecha en que haces mención en tu artículo, cabe recordar que México y España no tenían relaciones bilaterales debido al no reconocimiento de la independencia mexicana por parte de la monarquía española por principio de cuentas, y posiblemente esta omición tenga que ver con la introducción de esta obra de manera ilegal en ese momento. Saludos.
ResponderEliminarYasir.
ResponderEliminarDas precisamente en el clavo, la fecha del libro es fundamental para conocer su origen por las circunstancias que mencionas. Por eso me llamó la atención la falta de dirección en el pie, precisamente en un libro con esa fecha.
Muchas gracias por tu aportación y comentario.
Saludos.
Caro Marco Fabrizio
ResponderEliminarCurioso exemplar bem acompanhado pelos teus comentários.
Como origem, ainda que não fundamentada para este título, não esquecer que os editores franceses neste período exploravam o filão que era o despertar da impressão na América Latina, casos do Brasil, Argentina e México, devido ao corte de relações com a antiga potência colonizadora e a França, neste período do séc. XIX, ser a referência para a intelectualidade com as suas “ideias libertadoras” (como foi o caso dos Garnier de que já “já falei”).
Muitos livros eram impressos em França, na língua do mercado visado, e depois distribuídos no pais destinatário – daí alguns erros ortográficos raros e curiosos.
Desculpa esta reflexão.
Um abraço.
Rui.
ResponderEliminarMuy oportuno el comentario que nos permite explorar nuevas posibilidades, quién mejor que Francia para aprovechar el vació dejado por la ruptura de inicios del XIX. Como bien mencionas no se puede descartar el origen francés.
Siempre es un verdadero placer tener la oportunidad de poder intercambiar opiniones sobre libros.
Muito obrigado para sua reflexão
Um abraço.
Estimado Marco Fabrizio:
ResponderEliminarComo simple impresión personal al ver tu fotografía de la portada, los tipos utilizados y el nombre tan valenciano del autor pensé que era obra salida de los tórculos del valenciano Mariano de Cabrerizo. Aseguraría que los tipos son casi idénticos.
Si el pie es falso será por lo que apuntas de las trabas al libre comercio.
Respecto al autor Luis Monfort bien podría ser Luis Monfort Gómez hijo del segundo matrimonio del gran impresor valenciano Benito Monfort.
Siguiendo a Serrano Morales, a la fecha de la muerte de Benito Monfort (1785) su hijo Luis tenía menos de 25 años.
La edición es hermosa y el ejemplar está en perfecta condición y además obra rara.
¡Enhorabuena!
Saludos bibliófilos.
Después de pasearme por tu blog, le puedo asegurar que me a abierto los ojos a un mundo que desconocía y que a partir de ahora seguiré, con atención gracias a su blog,y gracias por el interés que se toma en encontrar a mi poetisa
ResponderEliminarEstimado Diego.
ResponderEliminarMuchas gracias por la información que nos ofreces sobre Luis Monfort coincide cabalmente con las fechas, por otra parte no es nada extraño que las personas que crecen entre prensas , muestren su gusto por la pluma.
Creo que independientemente de las cuestiones políticas de la época, los acuerdos mercantiles y las relaciones personales entre libreros e impresores de uno y otro lado del Atlántico debieron de encontrar alguna solución para continuar funcionando. Podría ser que un indicio de la manera que hallaron para mantenerlas, se encuentre en las impresiones correspondientes a estos años.
Saludos bibliófilos
Enfermero Librero.
ResponderEliminarAgradezco mucho la visita y en especial tus generosas palabras.
Cada blog de bibliofilia nos da la oportunidad de compartir experiencias y sobre todo es una alternativa que nos brinda la tecnología de recuperar las tertulias para hablar de libros entre amigos. Me dio mucho gusto ver tu espacio, me parece muy refrescante , muy ágil y la manera de presentar de libros en conjunto es una muy buena idea.
No he encontrado nada aún sobre tu poetisa, sigo investigando.
Saludos bibliófilos
Cada vez siento más fuerte la falta de algún ejemplar americano en mi biblioteca, ya sea real o sólo de pie de imprenta.
ResponderEliminarSaludos bibliófilos
Estimado Bibliotranstornado.
ResponderEliminarCualquier impreso americano se sentiría muy honrado de compartir el librero con tus ejemplares.
Esperemos llegue muy pronto.
Un fuerte abrazo