jueves, 28 de abril de 2011

La edición mexicana de una novela gótica: La Familia de Vieland, ó Los Prodigios. México 1833








Hace unos días la Biblioteca Virtual  Miguel de Cervantes dio a  conocer la creación de  un portal dedicado a la   novela  gótica en español. Los  editores establecieron  como objetivo dar mayor difusión  a un subgénero  complejo y  rescatar para el gran público sus  novelas más  representativas. Entre los  títulos  que    forman  el catálogo  incluyeron  La  Familia de Vieland ó los  Prodigios. Al parecer se trató de una  obra  muy  popular en su tiempo. La  información  bibliográfica    consultada sobre  la misma  menciona  además de   la  edición  príncipe francesa de 1809,  cuatro ediciones en español,  la de  Valencia, en la  imprenta  de Estévan  1818, Valencia  Gimeno 1826,  y las de 1830 y  1839 también valencianas en la imprenta de Cabrerizo.


 Adquirí hace  algunos años  un ejemplar de la  obra,  que  no corresponde a  ninguna de las ediciones anteriores. En el  primer  tomo el pie  de imprenta menciona  como    sitio de origen a México  a Miguel González como  impresor y la  fecha de  1833, el  segundo  tomo   de la obra   mantiene el  lugar de  impresión, la  fecha, pero   ahora  el impresor es   Juan Ojeda,  situación  que  me pareció un poco   extraña; aunque  no es   raro   que un  impresor concluya la obra  que  otro  comenzó. Sin embargo  hay  otros detalles  que  llaman la  atención     en ninguno de los  tomos se ofrece  la dirección de las imprentas, omisión  que  causa  admiración  sobre  todo  que  en   impresos contemporáneos como  La  recopilación de leyes, bandos  reglamentos...  de  1834, Juan Ojeda  designa como  dirección de su establecimiento Puente del Palacio y  Flamencos No 1, información que  mantiene constante y sólo   modifica años  después, cuando  trasladó el  taller a    la calle de Escalerillas, número 2 .En el  caso de  de Miguel González , revisando   uno de sus trabajos  La  Florinda de  Ángel  Saavedra  de  1838 avisa  que  su establecimiento se encuentra   en la segunda  calle de Mesones número 20, por  trabajos posteriores  sabemos que se trasladó a la  calle Real número 3. Es inexplicable  que un  dato que  forma parte   integral del pie  de  imprenta  de  cualquier  libro, como la  dirección  del taller  no   fuera incluido.

El otro detalle  que llama la  atención es que  las ilustraciones dibujadas por  J. Piquer, y grabadas por T. Rocafort  de la edición  valenciana de 1818 son distintas  a las que se utilizaron en 1833 aunque al parecer  las primeras  sirvieron  de modelo, el   grabado de la  edición de  1833 no  ofrece   información  alguna sobre  el artista. Buscando algún  norte  sobre el asunto, consultamos  el catálogo de la B.N.M. en el cual  se encuentra  registrado  un ejemplar  impreso en México, en el  sitio  que  corresponde  a la  fecha  está escrito    18?? aproximación que  no nos  sirvió de mucho. Adicionalmente en el título encontramos  otra característica que distingue a las ediciones, en las  cuatro   españolas  se  escribió "Prodijios"  y  en la mexicana  "Prodigios"  





Tales circunstancias  nos  hacen  aventurar  varias explicaciones sobre el origen del libro. Podría tratarse de un ejemplar impreso en España con pie de imprenta  falso, introducido al país, como casi  todo lo que ingresaba en 1833, de contrabando. Otra posibilidad es que sea una edición mexicana hecha en otra imprenta  y con pie falso para no pagar ningún  tipo de derechos, y  por último no podemos descartar que en efecto, los  datos sean verídicos y  corresponda a las imprentas de Juan Ojeda y de Miguel González.

La  Familia de Vieland  o Los  Prodigios/  Puesta al español  por  Luis Monfort 4  v. láminas Ojeda/González . México,  1833  

12 comentarios:

Galderich dijo...

Marco Fabrizio,
Buenos ejemplares con unas ilustraciones muy bellas a pesar de su tendencia naïf...
I sobre pies de imprenta... me inclino a pensar que no pusieron la dirección por olvido. Me extrañaría un tráfico de novela gòtica clandestina... seria muy interesante.

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Estimado Galderich.

El olvido de la dirección es el escenario más probable, aunque como bien mencionas el menos interesante...
No he podido consultar el Palau, seguramente ahí se encuentra la respuesta

Saludos.

Yasir dijo...

Muy interesante tema a tratar, y sí, es algo bastante raro el hecho de que no aparezca la dirección de la imprenta en una obra del siglo XIX cuando era cosa común y de práctica legal en esos tiempos. Aunque tomando en cuenta de que las primeras ediciones en español son hispanas, y por la fecha en que haces mención en tu artículo, cabe recordar que México y España no tenían relaciones bilaterales debido al no reconocimiento de la independencia mexicana por parte de la monarquía española por principio de cuentas, y posiblemente esta omición tenga que ver con la introducción de esta obra de manera ilegal en ese momento. Saludos.

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Yasir.


Das precisamente en el clavo, la fecha del libro es fundamental para conocer su origen por las circunstancias que mencionas. Por eso me llamó la atención la falta de dirección en el pie, precisamente en un libro con esa fecha.


Muchas gracias por tu aportación y comentario.

Saludos.

Rui Martins dijo...

Caro Marco Fabrizio

Curioso exemplar bem acompanhado pelos teus comentários.

Como origem, ainda que não fundamentada para este título, não esquecer que os editores franceses neste período exploravam o filão que era o despertar da impressão na América Latina, casos do Brasil, Argentina e México, devido ao corte de relações com a antiga potência colonizadora e a França, neste período do séc. XIX, ser a referência para a intelectualidade com as suas “ideias libertadoras” (como foi o caso dos Garnier de que já “já falei”).

Muitos livros eram impressos em França, na língua do mercado visado, e depois distribuídos no pais destinatário – daí alguns erros ortográficos raros e curiosos.

Desculpa esta reflexão.

Um abraço.

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Rui.

Muy oportuno el comentario que nos permite explorar nuevas posibilidades, quién mejor que Francia para aprovechar el vació dejado por la ruptura de inicios del XIX. Como bien mencionas no se puede descartar el origen francés.


Siempre es un verdadero placer tener la oportunidad de poder intercambiar opiniones sobre libros.

Muito obrigado para sua reflexão
Um abraço.

Diego Mallén dijo...

Estimado Marco Fabrizio:

Como simple impresión personal al ver tu fotografía de la portada, los tipos utilizados y el nombre tan valenciano del autor pensé que era obra salida de los tórculos del valenciano Mariano de Cabrerizo. Aseguraría que los tipos son casi idénticos.

Si el pie es falso será por lo que apuntas de las trabas al libre comercio.

Respecto al autor Luis Monfort bien podría ser Luis Monfort Gómez hijo del segundo matrimonio del gran impresor valenciano Benito Monfort.

Siguiendo a Serrano Morales, a la fecha de la muerte de Benito Monfort (1785) su hijo Luis tenía menos de 25 años.

La edición es hermosa y el ejemplar está en perfecta condición y además obra rara.

¡Enhorabuena!

Saludos bibliófilos.

Nadie, mi nombre es Nadie dijo...

Después de pasearme por tu blog, le puedo asegurar que me a abierto los ojos a un mundo que desconocía y que a partir de ahora seguiré, con atención gracias a su blog,y gracias por el interés que se toma en encontrar a mi poetisa

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Estimado Diego.

Muchas gracias por la información que nos ofreces sobre Luis Monfort coincide cabalmente con las fechas, por otra parte no es nada extraño que las personas que crecen entre prensas , muestren su gusto por la pluma.

Creo que independientemente de las cuestiones políticas de la época, los acuerdos mercantiles y las relaciones personales entre libreros e impresores de uno y otro lado del Atlántico debieron de encontrar alguna solución para continuar funcionando. Podría ser que un indicio de la manera que hallaron para mantenerlas, se encuentre en las impresiones correspondientes a estos años.

Saludos bibliófilos

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Enfermero Librero.

Agradezco mucho la visita y en especial tus generosas palabras.

Cada blog de bibliofilia nos da la oportunidad de compartir experiencias y sobre todo es una alternativa que nos brinda la tecnología de recuperar las tertulias para hablar de libros entre amigos. Me dio mucho gusto ver tu espacio, me parece muy refrescante , muy ágil y la manera de presentar de libros en conjunto es una muy buena idea.

No he encontrado nada aún sobre tu poetisa, sigo investigando.

Saludos bibliófilos

bibliotranstornado dijo...

Cada vez siento más fuerte la falta de algún ejemplar americano en mi biblioteca, ya sea real o sólo de pie de imprenta.


Saludos bibliófilos

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Estimado Bibliotranstornado.

Cualquier impreso americano se sentiría muy honrado de compartir el librero con tus ejemplares.

Esperemos llegue muy pronto.

Un fuerte abrazo

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