Don Mariano Eduardo Pérez Bonilla Canónigo de la Real Colegiata de Guadalupe se encontraba muy preocupado por que a su parecer la conducta y las buenas costumbres en la capital novohispana experimentaban un relajamiento y olvido nunca antes visto. La gota - que para el prelado - derramaba el vaso era la manera en que los fieles acudían a misa, en su opinión vestían con tanto descaro como si se presentaran a una comedia. al sarao, o a una plaza de toros, tal descomposición marcaba indudablemente el inminente inicio del apocalipsis.
El canónigo creyó encontrar el remedio a tan grave situación en el contenido de unos devotos cuadernitos que guardaba con gran aprecio, sin embargo como suele suceder, las grandes soluciones casi nunca se presentan sin que exista de por medio alguna complicación. En este caso los cuadernillos a pesar de encontrase impresos, carecían de autor, la fecha, y el nombre de la imprenta, por alguna razón los creía impresos en Madrid siendo esa la única certeza con la que contaba.
La carencia de esos datos, además de despertar graves sospechas, hacían incurrir de inmediato a cualquier impreso en la regla del Index que ordenaba impedir la circulación de escritos anónimos, sin importar su contenido.
La respuesta para allanar los obstáculos llegó por conducto de Manuel Bolea, ex Prepósito de la Real Congregación de Oratorio de San Felipe Neri quien sugirió:
Estas obras, á mas de lo útil y provechosas que son, merecen reimprimirse para subsanar la nota que contienen, pues de ninguna manera podrían correr por estar comprendidas en la regla décima* del Índice Expurgatorio y en varios Edictos del Santo Tribunal , en los que mandan los Señores Inquisidores recoger los libros y quadernos impresos sin nombre de autor , lugar de impresión y año en que se imprimieron. Reimprimiéndose en México se puede cubrir este defecto, y de esta suerte correrán dichas obritas en utilidad de los fieles , mandando al administrador de la imprenta que ponga el nombre del sugeto a cuyas expensas se han de imprimir, el año de impresión y el lugar.
Siguiendo el consejo de el ex Prepósito y acompañado de las respectivas licencias civiles y eclesiásticas, la obra se mandó estampar al taller de Mariano Zúñiga y Ontiveros. El libro cuenta con algunos espacios para que el propietario colocara su nombre, de esa manera se lograba personalizar los rezos. Los espacios en blanco del ejemplar los llenó María Concepción del Espíritu Santo Esclava del Sagrado Corazón, nombre que suponemos fue adquirido al momento de tomar el hábito.
Fueron localizados entre las hojas del libro unos separadores de papel de tina picado, probablemente se trata de creaciones producto de la monjil dedicación de la propietaria.
53mm X 46mm
25 mm. allto
Seguramente la publicación de Practicas Devotas no surtió el efecto esperado por el canónigo, por otra parte, en abono de su tranquilidad, el escándalo que le provocaba el atuendo de los feligreses novohispanos no fue razón suficiente para que diera inicio el juicio final en la muy noble, y muy leal Ciudad de México Tenochtitlan.
Practicas devotas/ en honor / del / Sacratisimo Corazon / de Nuestro Señor / Jesuchristo. / Se reimprimien á solicitud del Dr. D. Ma- /nuel Eduardo Perez Bonilla, Canónigo de / la Insigne y Real Colegiata, de nuestra / Señora de Guadalupe de México y á costa de varios Devotos deL Divino Corazon. / (Adorno y filete). En México Por Don Mariano de Zúñiga y Ontive- / ros año de 1805
8°- Port.-v . con dos epigrafes latinos. - 5 hojas prels. s.f. -162- pp. Indice de lo principal que contiene este libro .1 hoja s.f.
Medina 9776.
* En la edicíón sevillana del Index de 1632 , la regla que prohíbe la circulación de impresos sin datos del autor, imprenta y ciudad es la novena y no la décima
4 comentarios:
Por lo menos, si no para aumentar el decoro de la feligresía, parece que la obra fue de gran utilidad para Sor Maria Concepcion del Espíritu Santo, que algo es algo. Como siempre interesante y amena tu entrada, mas para los fanáticos de los impresos antiguos americanos, entre los que me cuento.
Un fuerte abrazo.
Alfonso
Es curioso como el Index Librorum Prohibitorum se dedicó más a perseguir los libros religiosos que pudieran estar fuera de su control que los civiles. Afortunadamente no hubo Apocalipsis en México y quizá esto se deba a los rezos de Sor Maria Concepción del Espiritu Santo y sus manualidades (¡fantásticas!)...
Bach.
Se conoce y se valora tu afición por los impresos de este lado del charco.
Te mando un fuerte abrazo
Galderich.
Tienes razón, es impresionante el celo en la revisión de impresos religiosos. A veces una sola palabra podía dar un giro en el contenido, que ahora resulta absolutamente imperceptible.
No pude evitar imaginarme a la antigua propietaria acomodando loss papelitos entre las hojas, cada vez que leía su libro.
Un abrazo.
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