Con anterioridad se había publicado en este espacio una entrada dedicada al Himno a Salomé una de las obras que nacieron a partir del surgimiento de la poesía erótica en México. En esta ocasión se presenta otro ejemplar inscrito en ese mismo contexto. El libro se editó en el mismo año, lleva el título de Manzanas del paraíso, y es producto de la inspiración de Solón de Mel, pseudónimo usado por Guillermo Luzuriaga y Bribiesca.
A manera de prólogo se incluyeron dos opiniones sobre la obra, una de Luis G. Urbina, quien a pesar de sus largos exilios, gozaba de enorme reconocimiento en el país; y otra que corrió a cargo del andaluz Francisco Villaespesa, en ese tiempo, poeta de considerable fama dentro del orbe hispano. El mismo cuidado que puso el joven escritor para obtener la opinión favorable de dos relevantes poetas, lo tuvo con los ilustradores destinados a decorar su libro, El poema cuenta con tres imágenes, la primera es de Antonio Zaldívar, utilizada dos veces, una en la cubierta y la otra en paginas interiores. la segunda, en la portada, es uno de los últimos trabajos que realizó Saturnino Herrán Guinchard, antes de ser sorprendido por una prematura muerte en octubre de ese mismo año, y la tercera de Carlos R. González se encuentra en la tapa posterior.
El tema desarrollado a lo largo del libro es el que advierte la portada "Libro de pasión y de placer, escrito en elogio de los senos". La obra contiene en sus 61 páginas nueve poemas:
I Brindando por Epicuro.
II Tributo a la Reina.
III Ofertorio
IV La oración
V Anhelo
VI Salomé
VII Las camelias de mi dama
VIII La interrogación eterna
IX Final y envío
OFERTORIO
Tus senos son
mi obsesión...
Tanto así, que se me antoja
rezarles una oración
fanáticamente roja.
Tanto así, que sobre ellos
perder quiero de mis labios,
los persistentes resabios
de un escepticismo acre
al proclamarlos más bellos
que los de Venus y Leda,
estampando entre la seda
de sus níveas morbideces
ósculos que hagan las veces
como sellos de lacre
Sí se encontraran tus senos
de venenos
llenos
con
decisión
juraría
que sobre ellos moriría ...
más
jamás
renunciaría
su dichosa posesión
Tus senos son
mi obsesión,
mi pasión
mi devoción...
... Acoge pues mi oración.
Ilustración Antonio Zaldívar.
Sobre la recepción que tuvieron este tipo de trabajos en la conservadora sociedad mexicana, se puede mencionar algunos datos que ayudan a darse una mejor idea. Las personas que adquirieron el libro cuando se publicó en 1918, tuvieron que solicitarlo al apartado postal 5171 a nombre del autor, y no en una librería, como hubiera sido el caso de tratarse de cualquier otra publicación. Se puede citar un comentario -del nada conservador- Renato Leduc quien al recordar los encantos de una bella mujer menciona que:
"enloquecía a los correligionarios, pues usaba una blusa muy escotada que cada vez que se agachaba dejaba ver aquellas partes que el vate Guillermo de Luzuriaga, llamó en un libro de poesía lujuriosa "manzanas del paraíso" (1).
Probablemente Leduc no fue el único que consiente o inconscientemente clasificó al poemario de lujurioso asociándolo inevitablemente a algo pecaminoso. Otro punto a considerar es el escaso número de ejemplares originales que se conservan, los contados que se imprimieron probablemente fueron excluidos de las bibliotecas familiares e institucionales, lugares donde hubieran encontrado su mejor refugio.
Ilustración de Carlos R. González.
(1) Renato Leduc, Obra literaria. p. 634.
Bibliografía.
Leduc, Renato. Obra Literaria. Compilación e introducción de Edith Negrín. Prólogo de Carlos Monsiváis. Fondo de Cultura Económica. México 2000. p.634
Luzuriaga, Guillermo. Manzanas del paraíso, México. Imprenta Escalante S.A. 1918.
R.P. De Cómo los libros contaron la historia.. En : La Revolución Mexicana: Otras voces otros escenarios. México. Editorial Amorosos de Clío. 2009
3 comentarios:
Que ilustracines tan hermosas. Realmente un lujo de edición. Por razones obvias que hoy nos parecen increibles estos ejemplares se vendían de esta manera.
Galderich.
Tienes mucha razón, al revisar el libro , una de las cosas que se advierten de inmediato es el empeño del autor en crear una bella edición a sus poemas.
Saludos
Un banguardista de Baudelaire y Sade ,me gusta bastante .
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