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Una tarde de toros no está completa sin antes visitar el puesto que pone Pepe Rodríguez afuera de la Plaza México. Cada domingo durante los últimos 34 años ha ofrecido a los aficionados grabados, revistas y libros especializados en tema taurino. Hace unos días tuvimos la oportunidad de asistir a la corrida con la que se inauguró la temporada grande 2010-2011 en la Plaza México, y aprovechamos la ocasión para saludarlo.
Abogado de profesión, librero por elección y aficionado de corazón, al verse ante la imposibilidad de convertirse en torero vive la pasión por la fiesta a través de los libros, considera su actividad como una misión, dice que su destino es lograr que los impresos se conserven integrándolos y manténiendolos en el circuito librero-lector.
Los libros que ofrece en la plaza son una parte muy pequeña de sus inventarios, como todos los libreros cuenta con su sancta sanctorum, si uno tiene alguna petición especial, lleva el material solicitado a la plaza el domingo siguiente. Su trato amable, grandes conocimientos y la mejor disposición para platicar de cualquier tema taurino, lo han convertido en un personaje infaltable en la plaza. Por la cantidad de personas que lo saludan, al parecer todos lo conocen y él conoce a todos.
Como cualquier librero de viejo no se ve ajeno a los problemas relacionados con las bajas ventas, y la falta de nuevos clientes, pero también comparte la esperanza en mejores tiempos y un profundo amor por el oficio. Una vez que nos despedimos de don Pepe nos unimos a los 40,000 espectadores que a pesar del fuerte frío y la reventa colmamos la plaza para disfrutar de la corrida inaugural.
Pepe Rodríguez.
1. Septiém Garcia, Carlos. Crónicas de toros, México, Editorial JUS, 1978, 2 Ed. 398 pp.
8 comentarios:
Ja. ja... ¡toda una crónica de los cronistas y sus vendedores!
Galderich.
En el abigarrado conjunto de libreros de viejo, los que se dedican a tema taurino son un grupo que destaca por su perseverancia, situación que los convierte en personajes de referencia. Curiosamente son pocos los que se dedican exclusivamente a temas taurinos,la mayoría venden también libros de charrería.
Temas que desde siempre están unidos tanto en librerías y bibliotecas como en el gusto del lector.
Un abrazo
Amigo Marco
¡Excelente entrada!
Una muy buena mescla: toros e libros sobre ellos, e sobretodo la descripción de esta pasión por la “fiesta” (esta en homenaje de Hemingway) e sus libros e carteles (me gustan mucho y tengo algunos)
Como tu bien dices estos libreros son unos aficionados que se convierten en personajes de referencia.
Una buena temporada taurina
Un abrazo
Caro Rui.
Ahora que lo mencionas, Hemingway fue el gran promotor de la fiesta en los países que no gozaron de la tradición. Creo que no se conoce todavía a la aportación que hizo a la fiesta. Un abrazoo hasta Portugal tierra con tradición milenaria de toros.
Saludos.
¡¡Qué tarde de gloria en la Monumental, qué envidia!! Libros y toros y además Ponce magistral con sus poncinas como también recoge la prensa española su faena extraordinaria.
Momentos deliciosos e inolvidables, ¡¡Enhorabuena!!
Diego.
Fue una buena tarde a pesar de los malos toros. El Zotoluco bien, Ponce como siempre, emocionante, elegante, con mucho oficio torero, por desgracia no encontró la espada. El Payo arriesgando la vida obtuvo el triunfo. Un festejo que fue in crescendo. y lo mejor de todo la Plaza casi se llenó.
Un abrazo
Marco: el libro cuya portada exhibes, aparte de ser indispensable en la biblioteca de un taurino que se precie, es una delicia. Su autor, Carlos Septién era un auténtico esteta de la crónica de toros. Leyéndolo, y sin saber nada de su vida, cualquiera pensaría que se trataría de un autor de edad avanzada, en razón de su expresión rica y culta; pero no, el hombre murió a los treinta y seis años. Increíble.
Allá por los ochentas, ciertos cronistas de TV Azteca hicieron algo interesantísimo: rescataron películas originales de faenas reseñadas por Septién y les pusieron una voz en off, leyendo lo que éste había escrito sobre ellas. El resultado fue asombroso; se pudo comprobar que su narración era técnicamente perfecta y, además, bellísima.
Saludos
Armando.
Has descubierto la manera en que el subconsciente me traicionó, cuando pienso en libros sobre la fiesta, el de Carlos Septién ocupa los primeros lugares, debido las cualidades que mencionas.
Cada uno de los artículos encierra una visión del toreo de tal profundidad que es difícil de igualar. "Norte sobre la plaza", o "Lección de hispanidad" son como bien dices una verdadera delicia.
Desconocía la edad del autor, ¡sorprendente! tampoco conocía la existencia de los programas que mencionas,gracias por el dato. Ojalá se pudieran conseguir o los retransmitieran.
Saludos
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