jueves, 19 de septiembre de 2013

Exposición de Ex libris. Espejo de una mirada.



Hace unos días recibí con enorme  gusto la  invitación de mis amigos de la Biblioteca Nacional de  Antropología  e  Historia,   para asistir a  la  exposición denominada   "Ex libris:  Espejo  de una  mirada",   en la  que  muestran una   selección  de los  ex libris  que contienen  algunos  de los ejemplares  que conservan en   sus  ricos  acervos  bibliográficos.  Aunque me  fue  imposible  asistir  a la inauguración,  aproveché  la primera  oportunidad  para   visitar  la  biblioteca. Es un  verdadero   lujo poder   admirar  los  ex libris   originales, ya que  normalmente se  conocen  sólo en las publicaciones.  Sin  duda se   trata  de  una ocasión  especial, ya   que el  recinto    guarda  uno de  los conjuntos de  ex libris    más importantes  de iberoamérica.


Ex libris del  Convento  Grande  de  San  Francisco.





La   exposición  lleva  un  orden  cronológico,   inicia   con el del  Convento  grande  de  San Francisco ex  libris  que  al parecer   fue el primero  en   ser utilizado en  el país. Además de  contener  la  simbología  propia  de la orden seráfica,  se  observa en la parte  inferior  un  águila posada  en un nopal devorando  a la  serpiente.




Es impresionante el  de Auguste  Genin, industrial, banquero, historiador  y poeta,  recordado por su libro Notes  sur le Mexique  1908. Dos  figuras de  Quetazalcóatl  flanquean una  piedra de    sacrificios, un   hombre,  no  sabemos  si  victima o  verdugo  se encuentra  al pie de la  misma. También se   localiza el ex  libris de  José  Castillo y  Piña. con el lema  Numquam Mergitur  dando  sentido  a la  embarcación  que  aparece sostenida  por  el ángel. Castillo Piña  fue   présbitero  historiador  y poeta,´(1888-1964). El  mismo  impreso se   encuentra en  colores  verde, café, rojo  y negro. Lo dibujó  Mateo  A,  Saldaña.


Otro  famoso  ex  libris  que se puede  apreciar es el que  estampó  don Luis  González Obregón  en   cada  uno  de   lo seis   mil preciosos   volúmenes que  conformaban  su   biblioteca. Su  nacimiento  se lo  debemos al  concurso  que  organizó la    Librería  Biblos  con la  finalidad    de crear ex  libris. La  competencia  tenía  doce  categorías, el de don  Luis  obtuvo  el premio en el tema "Historia Colonial"








Hay  varios de Hanz Lenz  Industrial papelero germano-mexicano, se dedicó a  estudiar la  historia  del papel en  nuestra  nación a él le debemos  la Historia del papel  en México y  cosas  relacionadas  1525- 1550 . En uno de ellos  demuestra de manera  inequívoca  su   pasión por el papel.









Modelo de  convivencia,  y ejemplo  a seguir el  ex libris de Miguel y  Ascensión Portilla  El lema  "Flor  y  canto" alude a la  manera en que en  náhuatl  se le llamaba a la poesía (in xochitl, in cuicatl)  . El  ex-libris de  Riva  Palacio  presenta  en el  centro  un  escritorio de  tijera  plegable, en el  que  asoma  una  espada, por debajo una lira, sobre el escritorio  un  tintero con  su pluma. Alguna   vez  tuve la oportunidad de   preguntarle  a  alguno de los    descendientes sobre  la  suerte  de la magnífica   biblioteca del  General. y me  dijeron  que  desconocían el  destino que  había  tenido,  por lo menos  ahora sabemos   donde  se encuentran algunos de  sus   ejemplares.
Uno  de los    que  me  causó mayor  admiración  fue el de la  arqueóloga Zelia  María  Magdalena  Nuttall  en el  que  se  ve  la fachada de la llamada  casa  de  Alvarado en Coyoacán,   lugar   que  fue  su  hogar desde  1902 hasta  su  muerte el 12 de  abril de 1933.

Les  dejo  una  pequeña muestra de  todo lo  que se  puede   ver en la  Biblioteca "Dr. Eusebio  Dávalos"  localizada  en el  Museo  Nacional de Antropologia,   Planta  alta de las 9.00 a las  19.00 horas,  Paseo de la reforma y Gandhi.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El Llano en llamas, sesenta aniversario.


Revista América No 62

El  día  de  hoy se conmemora  el sesenta  aniversario de la publicación del  Llano en llamas. La  fecha  es una buena  oportunidad  para  apuntar  que   no se trata de la primera  vez  que  se publicaron  los cuentos,  sino de la primera  ocasión en  que  se  hizo de manera conjunta: 
Algunos de  los  relatos  que  forman el  libro  ya se habían  editado  anteriormente, el primero  de  ellos,  llegó de manera  fortuita  a las  prensas,   cuando Rulfo  al  conocer el   número  inaugural de  la  revista Pan   publicada  por  Juan  José Arreola  y  Antonio  Alatorre en  1945,  les entregó  un manuscrito  que  contenía "Nos  han  dado  la tierra"  y  les  dijo a  los  editores  "Ahí a  ver  si les  sirve  esta  cosa; y  si no pos  tírenla". El  relato  apareció  en el  segundo  número de Pan, y "Macario"   aparece en el  número  seis,  uno de los  últimos  números de la  revista. En  1948 se  publicaron " Es que  somos   muy pobres", "La  cuesta  de las  comadres",  y "Talpa" en  1950 respectivamente en los  números  54, 55,  62 de la  revista América, y  en junio de  1951  en el  número 66  "Diles  que no me maten".



En  1952  cuando Juan  Rulfo  los  publicó en el Fondo de  Cultura  Económica se  reunieron bajo  el  nombre del Llano  en llamas,  título  que  sería el  número once  de la  colección  Letras Mexicanas,  de la  editorial.  El  libro  terminó  de  imprimirse el  18  de  septiembre   de  1953  La  viñeta  que  lo  acompaña  es de Elvira Gascón,  imagen   que nos recuerda mucho  a una  que  había  sido publicada por la  artista    para   el  poemario Girasoles.

Viñeta del Llano  en llamas


Viñeta de  Girasoles


El apetito por las    primeras  ediciones  de  Juan  Rulfo  cada  vez  es  mayor,  sus  libros  son el plato principal  en muchas  de las  subastas en el país,  aunque  resulta curioso  que   no  ha  llegado   aún, ese afán  con el mismo  impulso  a   aquellos modestos   impresos,  en los que se  pueden localizar sus primeros  cuentos  publicados,  Todavía  con  algo  de  suerte es posible  conseguir  algún ejemplar de la  revista  América.

Sobre  la  personalidad de Juan  Rulfo   se  ha  dicho  mucho,   sin embargo   creo  que el  relato que lo pinta  de  cuerpo  entero corresponde a  Hugo  Rodríguez  Alcalá  autor  de  El  Arte de  Juan  Rulfo Historias de  vivos  y difuntos. El  autor paraguayo nos cuenta   que durante  su  estadía  a la ciudad de México, trató varias   veces  de  visitarlo  en  su   casa.  Siempre  se le  negó  que  estuviera,  más Rodríguez  Alcalá  no lo  creyó  y  asegura  que    gracias a  ese detalle,  conoció  a Rulfo  mucho  mejor que  si  hubiera  hablado  con él.

Bibliografía.

García Bonilla, Roberto. El llano en llamas paso a paso; a 60 años de su  publicación.   Milenio 14.09. 2013
Rodríguez Alcalá Hugo.  El Arte  de Juan Rulfo  Historias de vivos  y  difuntos,  México, INBA  1965.
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